Bien
es sabido que dichos encuentros esporádicos se convierten para muchos en una
fuente de distracción pasajera, pero como toda actividad que se realice así sea
de vez en cuando hay que tener algunas normas ya establecidas para que esta
aventura circunstancial no nos vaya a jugar una mala pasada a continuación unas
reglas básicas para el disfrute del sexo ocasional.
1. Es
sexo, no una relación así que no esperes nada más. Los
hombres lo suelen tener claro, pero a muchas mujeres la noche les confunde. Consejo,
para ellas hazlo para disfrutar, no porque busques cariño, o te sientas sola o
por creer que se lo debes nada de compromisos es solo una aventura.
2. Sexo
seguro. Imprescindible el preservativo es mejor que sobre a que
hagan falta Por si se rompen, por si pruebas cosas diferentes… Y ojo, de
nada sirve llevarlos, si luego no los usas. Tu obligación para contigo es
protegerte.
3. Discreción
y más si es alguien conocido y sabes que te vas a volver a
encontrar. Esto no es tema de conversación. Lo que pasa entre las dos
quedas entre los dos. Si no eres capaz de mantener las formas… olvídate. Si
crees que tu amante fugaz no sabrá comportarse, búscate otra candidata/o.
4. Territorio
neutral, no es obligatorio, pero sí aconsejable. Ni
en su casa ni en la tuya, sobre todo cuando conviene no dejar pistas que te
conviertan en localizable o que te busquen en cualquier momento.
5. La
búsqueda del propio placer no implica ser egoísta. Los
dos tienen derecho a gozar. Consejo para ellos: que la persona
en cuestión no te importe no implica que no se
merezca pasarlo bien. Dedícale tiempo y pregúntale qué desea. Consejo
para ellas: dile qué quieres, si lo ves nervioso, ayúdale a sentirse cómodo
(no lo dejes todo en sus manos), y, por favor, no finjas el orgasmo de esta
manera le darás vía libre para que te vuelva a invitar, si lo
haces él jamás aprenderá a complacer a una mujer.
6. La
única obligación es el respeto. Hacia tu amante y hacia ti
misma/o. No le empujes ni te empujes a algo que no deseas.
7. Hecha
la advertencia. ¡a experimentar! Aprovecha para desinhibirte y
probar aquello que temes o te avergüenza practicar con alguien que
emocionalmente te importa. De hecho, este desapego puede resultar liberador.
Así lo explican muchas mujeres, que aseguran que al no tener que quedar bien o
“ganarse” al amado, encuentran la fortaleza para mostrarse más asertivas y
hacer o pedir sin complejos. Recuerda el punto anterior: todo vale siempre que
lo hagamos libremente y estemos de acuerdo.
8. Si
en algún momento algo no te gusta o no te convence… nada
ni nadie te impide decir “hasta aquí”. Empezar una aventura no implica que
tengas que terminarlo. Si no te convence, ¿para qué seguir? Y aunque más de
una/o habrá caído en el estereotipo, es mejor parar a tiempo esto va tanto para
mujeres como para hombres.
9. Una
despedida elegante, nada de marcharse a escondidas. Una
frase o una nota amable como mínimo. Todos tenemos un corazoncillo, eso
se llama educación sexual. Eso sí, repasa el escenario, no sea que dejes
algo. Una cosa más: no le pidas su número de teléfono si no piensas
comunicarte nuevamente.
10. Fuera
culpas del día después. No hay nada de malo en querer darse
un placer, eso sí con responsabilidad para que valga la pena.