El día a día, los problemas,
la costumbre y el estrés cotidiano ponen en peligro el bienestar de toda
relación, y las estadísticas no ayudan: la mayoría de las infidelidades ocurren
por la falta de interés en el sexo de una de las partes.
Así que a combatir esto: acaba
con la rutina, deja a un lado todas las excusas y memorízate estos 7 consejos
que tu vida sexual sabrá agradecerte.
- Ubicarse en el tiempo y espacio
Algunos medios distorsionan el
sexo y lo convierten en una competencia en la que siempre se debe ganar con un
buen orgasmo y un hombre súper atractivo al lado. Lo más importante es concentrarse
en lo real: quizá ya no existe el mismo aguante para hacer el amor toda la
noche, o tal vez él engordó un poquito, probablemente el cuerpo perdió firmeza
después del primer bebé, posiblemente se tarde más en alcanzar el orgasmo o él
en mantener una erección... Pero ¿Qué importa? Lo que interesa es disfrutar,
sin compararse con nadie.
- Estar predispuesta
Es frecuente que haya días en los que sea él tiene muchas ganas de hacer el amor mientras que la mujer no siente el menor deseo y viceversa. Una de las quejas más comunes en los consultorios de terapia de pareja es que pocas veces su reloj sexual (por llamarlo de alguna manera) concuerda.
Los sexólogos dicen que el coito es una
necesidad tan natural como el comer y beber y eso de no estar de humor es sólo
una excusa para no tenerlo, por lo que recomiendan que, de cuando en cuando, es
bueno dejarse llevar por el placer de las caricias, los besos y más... Desde
luego que esto no significa que haya que sentirse obligada a cumplir siempre
con el hombre, pero sí relajarse un poco. Lo importante es la calidad no la
cantidad.
- No a "las cuentas"
No importa si ustedes tienen
sexo una, dos, seis o 20 veces al mes, lo realmente trascendental es que éste
sea satisfactorio. No es bueno inquietarse por la frecuencia del acto sexual,
para hacerlo no existe un itinerario ni mucho menos un récord que cumplir.
Preocúpense por mejorar sus relaciones, incrementar el placer, entregarse por
completo cada vez que hagan el amor. Si sólo es una vez al mes, pero pueden
decir que esa ocasión está llena de plenitud y complacencia, ¡no hay problema!
- Cambiar de hábitos
Cuando el aburrimiento alcanza
un nivel muy elevado, comienzan a surgir dudas y preguntas entre cada miembro
de la pareja. Muchas personas empiezan a pensar en qué pasaría si encontraran
un nuevo compañero(a) más atractivo y quizá menos predecible. Para algunas,
tales ideas se mantienen sólo como eso, ideas oscuras; sin embargo, otras hacen
caso de sus pensamientos y se involucran en aventuras amorosas.
Las parejas no pueden
desecharse como si fueran autos viejos; en todo caso, si lo que les molesta es
la monotonía, necesitan de mucha voluntad para cambiar sus hábitos sexuales y
darse la posibilidad de descubrir, juntos, cosas nuevas.
- No más excusas...
Es increíble la capacidad que
adquirimos para inventar pretextos con tal de evadir el tema sexual... Me duele
la cabeza, estoy muy cansada, tengo que atender a los chicos... El sexo es un
aspecto fundamental en la vida en pareja y aunque no pueda tenerse todos los
días, siempre resulta positivo abrir un espacio y destinarle cierto tiempo.
- Salir de la casa, o al menos de la habitación
Tal vez, la cama es el lugar
en donde han compartido más experiencias juntos. Pero, aunque ese sitio esté
lleno de ustedes, es bueno que se alejen de allí y prueben otras opciones.
Están el piso, la cocina, el sillón de la sala, las sillas del comedor y otros
cuartos de la casa. Si tienen la posibilidad de salir a una segunda, tercera o
quinta luna de miel, ¡háganlo! Vayan a la playa, visiten un pueblo alejado de
la civilización o reserven para el fin de semana en un hotel del mismo lugar en
el que viven.
- Improvisar
Si
se intenta cualquier cosa que jamás se ha hecho, estará dándole a su cuerpo y a
su mente una nueva perspectiva sexual. Y no se trata precisamente de probar
posturas distintas, más bien estamos hablando de cosas tan sencillas como, por
ejemplo, si usualmente hacen el amor desnudo, lo experimenten llevando ropa
puesta.
El cerebro, al percibir situaciones inesperadas, ayuda a que las
sensaciones sean más intensas. Otra forma de prepararse es relajarte a través
de la respiración. Una recomendación de los expertos es que antes del contacto
sexual la pareja se pose en la cama, el hombre acostado detrás de la mujer
abrazándola por el pecho y la cintura, en la posición que se conoce como
cuchara, ambos deben sincronizar el ritmo de la respiración y mantenerlo
durante unos cinco minutos.
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