Muchas
parejas reconocen haber perdido el interés por el sexo. Sienten que su deseo ya
no es el mismo, que les produce hastío lo que antes les apasionaba y que la
persona que antes acariciaban con delirio ahora no despierta ni su emoción ni
su erotismo.
Los
especialistas en psicología clínica Ernesto López y Miguel Costa han publicado
en la colección Vivir mejor de la editorial Temas de hoy su obra Cómo
vencer la pereza sexual, con la que tratan de desterrar "los
prejuicios y las creencias erróneas" existentes sobre el problema. En este
reportaje se resumen algunas de las cuestiones que los doctores abordan.
¿Qué lugar
ocupa el deseo en el comportamiento sexual?
Es un
componente central del comportamiento sexual por cuanto puede ser el origen o
la antesala del resto de los componentes, y también el resultado de éstos.
Difícilmente se va a desarrollar la excitación sexual y alcanzar el orgasmo si
no existe el deseo previo que encienda y prepare nuestro cuerpo.
¿Por qué
aparecen los problemas sexuales y se anestesia el interés por el sexo?
En algunos
ámbitos de nuestra cultura y de nuestra sociedad, el sexo es un tabú. Existen
todavía muchos mitos y todo ello puede posibilitar historias de aprendizaje
negativas. Sin embargo, cuando decidimos tener relaciones sexuales, se espera
que funcionemos a la perfección inmediatamente.
Estás
expectativas resultan, cuando menos, ingenuas, si las experiencias sexuales
resultan insatisfactorias y dolorosas es muy probable que el deseo quede
anestesiado. Se piensa en las relaciones sexuales y en la comunicación sexual
como algo que debe surgir espontáneamente, sin trabajo, sin hacer nada. Pero
esto conduce al fatalismo y a la resignación.
¿Vale la
pena cambiar?
Es muy
importante, antes de pasar a la acción, tomarse el tiempo necesario para
decidir sin precipitaciones. Si vale la pena cambiar y por qué. Conviene que
dediquemos tiempo suficiente para hacer una larga lista de ventajas. Si no
podemos identificar ninguna ventaja del cambio, es poco probable que acometamos
la empresa con la suficiente motivación.
¿Cómo
sacudirnos la resignación y tomar la iniciativa?
La pérdida
del interés sexual no ha sido un suceso fortuito y espontáneo, sino que ha sido
un proceso gradual resultado de las transacciones que hemos hecho con el
entorno. También se pasa por alto que cuando estaba vivo el deseo, no era un
suceso espontáneo; hacíamos cosas, nos decíamos cosas. Del mismo modo, la
recuperación del interés perdido podría acontecer tan sólo por quererlo o
desearlo, o como resultado de un esfuerzo mental de transformación personal.
¿Qué
importancia tiene la imagen que se tiene de uno mismo?
Nuestra
autoestima florece cuando las emociones y pensamientos que tenemos de nosotros
mismos tienen el nutriente de los resultados que nuestras acciones tienen en
nuestro entorno. Sentirnos bien por lo que hacemos y valorarnos positiva-mente
por las metas y empresas en las que nos implicamos es una manera de cultivar
nuestro atractivo personal. Este crítico o consejero interno puede ser una
buena guía para nuestra vida sexual, puede ser despiadado y cruel o, por el
contrario, débil y permisivo.
¿Cómo evitar
el aburrimiento?
Cuando nos
invade el aburrimiento, según los especialistas, el deseo e interés sexual
empieza también a declinar. El primer consejo es preparar el escenario.
Identificar el contexto que nos excita y las señales que hacen que el deseo se
despierte. Del mismo modo se debe tratar de recuperar las actividades que antes
resultaban excitantes, como paseos a solas o bailes.
Sin embargo, también hay que buscar novedades e introducirlas en el
escenario habitual de las relaciones sexuales; usar una lencería sexy, tener
relaciones en momentos excitantes, diferentes y en lugares insospechados, leer
libros eróticos o ver películas excitantes, compartir fantasías, A pesar de que
una de las claves de la vida en pareja es precisamente ésta, saber compartir,
también conviene que cada uno de los componentes tenga intereses no compartidos
por el otro.