La infidelidad es uno de los temas que más agobia a las parejas en todo el
mundo. La discusión sobre si el humano es o no fiel por naturaleza puede ser un
tema que no tenga fin, pero debemos admitir que una infidelidad normalmente
oculta detrás de sí una lista de razones (en ocasiones muy larga) por las que
una persona da el paso de engañar a su pareja. Si alguna vez te has preguntado
por qué somos infieles.
Aquí un listado de las razones más comunes
Antes de abordar las principales razones que dan pie a las infidelidades,
conviene aclarar que no es cierto que todos los hombres sean infieles, todas
las mujeres víctimas o todas las parejas insatisfechas sexualmente en el fondo.
Este tipo de conceptos provienen de la clásica generalización. Hay hombres infieles,
así como mujeres, hay hombres que nunca lo han sido y sin embargo han padecido
una infidelidad, lo mismo ocurre con las mujeres. Por eso no hay que ensañarse
con un género en particular, sino más bien conocer las razones que suelen
generar una infidelidad.
Rutina y monotonía sexual
La principal razón por la que muchas personas admiten haber sido infieles
alguna vez, es debido a la rutina sexual. Cuando en el plano íntimo siempre se
hace lo mismo, sin variar, sin sorpresa, el placer comienza a escasear, y la
novedad de otro cuerpo y otras ideas puede resultar poderosamente excitante
para quien lleva ya mucho tiempo aburrido, por eso para evitar este tipo de
situación es mejor siempre estar innovando en nuestra relación íntima y no
acostumbrarse para no dar pie a salir a buscar en otro lado lo que no hay en
casa.
Relaciones distanciadas
En aquellas relaciones donde los problemas de comunicación son graves,
donde la intimidad se ha perdido y donde nuestra autoestima comienza a estar
comprometida por lo se genera un distanciamiento tan grande que da cabida a la
llegada de un tercero que se fija en nosotros, que nos empieza a mostrar un
mundo que ya habíamos olvidado o peor aún que no habíamos experimentado, que
nos halaga, que nos hace sentir deseados, eso lleva directo a una
infidelidad.
Necesidad de sentirse deseado
Cuando en una relación el plano sexual pasa al último lugar, y los
encuentros se vuelven esporádicos o incluso ni existen, es normal que las
personas comiencen a buscar en otro lado y con otras personas lo que la nuestra
no nos provee, para cualquier ser humano sea hombre o mujer el sentirse deseado
hace parte de nuestra realización como seres que tenemos necesidades y que
debemos satisfacer sea en casa o por fuera.
Miedo a estar con una sola persona
Esto sucede cuando una persona por miedo al compromiso o a involucrarse
sentimentalmente de forma seria, hace de su vida sexual casi que una fiesta y
lo hace para reafirmar que es independiente a nivel emocional manteniendo
encuentros sexuales con varias personas, de esta forma se prueban a sí mismos
que aún son libres y que también es una forma sobre todo en los hombres de
sentirse deseados por muchas mujeres haciéndolos sentir unos completos machos
irresistibles.
Necesidad de atención
Esta causa de infidelidad aplica en relaciones donde se ponen en primer lugar el tema de los hijos, el trabajo, la necesidad de estar todo el tiempo ocupado en otras cosas menos en su pareja, y esta falta de afecto y de intimidad es simplemente el camino que lleva directo a la infidelidad, en estos escenarios la llegada de alguien dispuesto a darnos la atención de la que carecemos, nos impulsa a caer en brazos de otro u otra.
Pero, además, muchas personas se valen de las infidelidades para llamar la
atención de su pareja, alentándolos de la posibilidad de que la relación se
puede acabar y en muchas ocasiones se hace para llamar la atención que hemos
perdido por parte de la pareja con el fin de recuperar lo que en algún momento
se tuvo.
Necesidad netamente sexual
Muchas parejas son infieles simplemente porque en su relación el sexo está
ausente o se da solo de vez en cuando. De esta forma buscan fuera encuentros
puramente sexuales y sin ataduras emocionales para satisfacer sus carencias,
pero esto es un arma de doble filo ya que en esa búsqueda se puede encontrar
más de lo que se busca y la posibilidad de que el amor se cruce en el camino
está latente, ten presente que la ausencia de sexo en las relaciones de pareja
hace que se enfríe también la parte afectiva.