Está claro que los roles en la
pareja deben estar definidos para logar la armonía soñada, pero muchas veces
hay ciertos patrones de comportamientos que se vuelven tan aburridos que pueden
terminar con la relación, esto aplica para la dos partes.
Pero aquí les voy hablar de algunos comportamientos de pueden adquirir ciertas
mujeres y que más le molesta a los hombres y por lo tanto pueden hacer que se
aleje de ti, que busquen a otra mujer, o que se vuelva frío y distante.
El “tenemos que hablar”
A ellos les suena a amenaza, ambigua y peligrosa. Ven un “reproche a la vista”
y se ponen a la defensiva, en vez de amenazarlo es mejor que le hagas caer en
cuenta de sus errores y lo que ocasiona con ellos, trata de ser lo más sutil
posible, no caigas en las ofensas, pues esto siempre los va a ser sentir menos
y que nada de lo que hace te gusta, es mejor que le hagas caer en cuenta cómo
puede hacer las cosas la próxima vez.
Hablar
mal de ti misma
Es decir, criticarte por todo, compararte con otras mujeres (y siempre para
mal) y desvalorizare. No mendigues su aprobación para dejar de sentirte
insegura, ni le hagas preguntas incómodas como “¿Estoy gorda?” Solo conseguirás
que te vea como alguien que no tiene confianza en sí misma, y eso no es nada
sexy.
Los
reproches
La amargura, el sarcasmo y la exigencia como formas de comunicarse con los
hombres no funcionan. Si necesitas decirle algo, hazlo hablando de cómo te
sientes en relación a su comportamiento, tratando de ser sincera y vulnerable
si quieres que él también lo sea contigo. Si comienzas con el “Tú eres…” solo
lograrás que se cierre por sentirse atacado.
La
falta de claridad
Responder “No me pasa nada” cuando te pregunta por qué estás tan rara, y
después hacerte la ofendida. Decir “No quiero nada y molestarte cuando no te
compra nada… A los hombres los confunde, porque no saben qué pasa por tu
cabeza. Si te creen cuando dices esas cosas, tú te enfadas. Y entonces ya no
saben qué hacer o cómo complacerte. Solución: deja de intentar que te adivinen.
Hacerte
la princesa
A todas las mujeres nos gusta que nos hagan sentir especiales. Y desde luego si
él quiere conquistarte o ya está enamorado de ti, tendrá detalles románticos.
Pero cuidado, no te pases de la raya y pretendas que él (y el mundo en general)
te trate como si fueras un ser superior, más importante que otras mujeres o
incapaz de hacer nada sólita. ¡eso no lo aguantan, que mejor que demostrarles
que eres autosuficiente.
Tratarlo
como si fuera tu mejor amiga
O sea, pretender que te acompañe de compras toda la tarde y además y que se
sienta entusiasmado, eso es demasiado para el género masculino, o que se siente
contigo a criticar el comportamiento de amigos en común, o que esté
continuamente en contacto contigo ya sea hablando, por email o teléfono, eso ¡¡NO!!
recuerda que por mucho que te quiera, es un hombre y se comporta diferente.
Volverte
obsesiva
Desde luego, él agradecerá que te ocupes de las tareas domésticas. Es más,
quizás ni se dé cuenta de que tú lo haces todo y que con ello le facilitas la vida.
Pero la cosa cambia cuando te conviertes en una Sico rígida de la limpieza y le
critiques todo lo que hace. Se preguntará amargamente dónde se ha ido aquella
mujer divertida, sensual, despreocupada, sexy… que había conocido.
Descuidar
tu aspecto
No, ellos no esperan que tengas un físico perfecto o te parezcas a las modelos
de las revistas para hombres, si está contigo es porque te quiere tal como
eres. Pero sí esperan que estés arreglada, que te cuides, que seas educada.
Alguien de quien se puedan sentir orgullosos en público.
Comportarte
como si fueras su madre
Cuidado con esa tendencia tan femenina de querer cuidarlo. Marcarle horarios,
cambiarle la ropa, prepararle la comida para que se alimente bien, etc. Tú lo
haces por tu bien y con tu mejor voluntad, pero él comienza a sentirse como un
niño y a verte como una madre. Así que luego no te quejes si tu vida sexual
desaparece.
Intentar
“domarlo”
Toma buena nota de esto porque se podría decir de lejos que esto si es un
detonante casi que sin marcha atrás, no intentes cambiarlo, amoldarlo para que
se adapte a lo que tú piensas, intentar que abandone sus sueños y sus
amistades, que deje de ser él mismo. Lo pagarás muy caro, porque o bien le
anularás como persona y te ganarás su eterno rencor (aunque en apariencia
parezca que te adora), o bien te dejará y se asegurará de no volver a estar con
una mujer como tú. Tú también saldrás perdiendo: en vez de un compañero tendrás
a tu lado a un “hijo” … o te quedaras sola y después te preguntarás por qué,
con todo lo que hiciste por él.